Viernes por la noche de Madrid y la Peña se volvió a juntar en Getafe para ver a un San Lorenzo muy lejano a las ilusiones de todos los azulgranas.
Rápidamente nos quedamos con uno menos y si bien el partido estaba relativamente controlado en defensa, no se veía nada de juego por parte del Ciclón. Una continuación del segundo semestre del 2007 y del reciente torneo de verano.
Formación rara en el equipo cuando jugando de local poníamos un solo delantero (qué lejos quedó el “tridente” del clausura 2007…) y cinco volantes de hacha y tiza. La función del Marciano Ortiz fue la de suplir el criterio distribuidor del cada vez más añorado Ledesma, pero la idea duró solo 4 minutos. Con Ortiz expulsado comenzó otro partido y la soledad del Cuqui arriba era absoluta.
Intentaban sumarse Adrián González y Rivero con envíos desde la derecha, al tiempo que lo intentaba Bilos por izquierda, pero todo terminaba siempre igual: centros para que rechace la dupla central rosarina.
Nuestra defensa no parecía pasar apuros, Méndez y Boti jugaban razonablemente y por izquierda Placente buscaba asociarse para salir por ese sector.
Un quedo impresionante de los centrales posibilitó un cabezazo a quemarropa dentro de nuestra área que sacó Orión de manera magistral, siendo lejos la situación más clara de gol del primer tiempo.
En el segundo se vino la debacle. La entrada de Aguirre por González resultó muy mala de cara al desarrollo posterior del partido: nunca cerró, nunca quitó y cuando tuvo que ser salida fue un constante pelotazo casi siempre perdido o una pelota sacada sin criterio alguno, que casi siempre capitalizó el rival (¿no demostraron Tula y Bianchi ser más jugadores???).
El otro ingreso (el del Rayo), sumó compañía a nuestro único referente ofensivo, pero no gravitó nunca en el desarrollo del partido.
Un cierre defectuoso sobre nuestra ala derecha del área, deja llegar libre a un rival que toca en el aire una pelota que venía volando desde la izquierda de nuestra defensa, para hacer un 0-1 que parecía, ya, difícil de levantar (jugada que nace en una falta, muy discutible, marcada por el lineman sobre ese sector).
Luego pareció que los nervios se apoderaron de todo el equipo y sin seguir hilvanando jugada alguna se hacía claro que San Lorenzo no podía llegar a la igualdad. No se generaba fútbol y los errores cerca de nuestro arco ya eran habituales. Una pelota que pifia Alvarado casi nos cuesta el segundo gol, Orión siguió revolcándose, y un golazo de emboquillada cerró el partido.
Una patada sobre la ceja de Bilos emparejó el partido en números de jugadores por lado, pero nunca en juego.
El Ciclón generó una única jugada de riesgo en un centro (cuando no) desde la derecha, enviado por Rivero, que el Silvera no llega por centímetros cuando ya íbamos 0-1. Nada más en todo el partido.
Con 15 para el final ingresó Romeo, pero al poco tiempo que tuvo en la cancha, se le sumaron la poca llegada de balones para que se pudieran capitalizar.
Se fueron los primeros tres puntos del año, y lo peor es la falta de juego que venimos teniendo desde julio de 2007. Esperemos que D’Alessandro pueda aportarle algo de criterio a un ataque que no lastima, que fue totalmente predecible y que preocupa, de cara a las ilusiones de todos.
Aguante Ciclón!!
Rápidamente nos quedamos con uno menos y si bien el partido estaba relativamente controlado en defensa, no se veía nada de juego por parte del Ciclón. Una continuación del segundo semestre del 2007 y del reciente torneo de verano.
Formación rara en el equipo cuando jugando de local poníamos un solo delantero (qué lejos quedó el “tridente” del clausura 2007…) y cinco volantes de hacha y tiza. La función del Marciano Ortiz fue la de suplir el criterio distribuidor del cada vez más añorado Ledesma, pero la idea duró solo 4 minutos. Con Ortiz expulsado comenzó otro partido y la soledad del Cuqui arriba era absoluta.
Intentaban sumarse Adrián González y Rivero con envíos desde la derecha, al tiempo que lo intentaba Bilos por izquierda, pero todo terminaba siempre igual: centros para que rechace la dupla central rosarina.
Nuestra defensa no parecía pasar apuros, Méndez y Boti jugaban razonablemente y por izquierda Placente buscaba asociarse para salir por ese sector.
Un quedo impresionante de los centrales posibilitó un cabezazo a quemarropa dentro de nuestra área que sacó Orión de manera magistral, siendo lejos la situación más clara de gol del primer tiempo.
En el segundo se vino la debacle. La entrada de Aguirre por González resultó muy mala de cara al desarrollo posterior del partido: nunca cerró, nunca quitó y cuando tuvo que ser salida fue un constante pelotazo casi siempre perdido o una pelota sacada sin criterio alguno, que casi siempre capitalizó el rival (¿no demostraron Tula y Bianchi ser más jugadores???).
El otro ingreso (el del Rayo), sumó compañía a nuestro único referente ofensivo, pero no gravitó nunca en el desarrollo del partido.
Un cierre defectuoso sobre nuestra ala derecha del área, deja llegar libre a un rival que toca en el aire una pelota que venía volando desde la izquierda de nuestra defensa, para hacer un 0-1 que parecía, ya, difícil de levantar (jugada que nace en una falta, muy discutible, marcada por el lineman sobre ese sector).
Luego pareció que los nervios se apoderaron de todo el equipo y sin seguir hilvanando jugada alguna se hacía claro que San Lorenzo no podía llegar a la igualdad. No se generaba fútbol y los errores cerca de nuestro arco ya eran habituales. Una pelota que pifia Alvarado casi nos cuesta el segundo gol, Orión siguió revolcándose, y un golazo de emboquillada cerró el partido.
Una patada sobre la ceja de Bilos emparejó el partido en números de jugadores por lado, pero nunca en juego.
El Ciclón generó una única jugada de riesgo en un centro (cuando no) desde la derecha, enviado por Rivero, que el Silvera no llega por centímetros cuando ya íbamos 0-1. Nada más en todo el partido.
Con 15 para el final ingresó Romeo, pero al poco tiempo que tuvo en la cancha, se le sumaron la poca llegada de balones para que se pudieran capitalizar.
Se fueron los primeros tres puntos del año, y lo peor es la falta de juego que venimos teniendo desde julio de 2007. Esperemos que D’Alessandro pueda aportarle algo de criterio a un ataque que no lastima, que fue totalmente predecible y que preocupa, de cara a las ilusiones de todos.
Aguante Ciclón!!
Segola
No hay comentarios:
Publicar un comentario