La independencia económica y los rumores

Hablábamos el otro día de si podíamos soñar un futuro cercano de esperanza y, si bien no nos bajamos de la idea, las noticias que un día sí y el otro también llegan a oídos y ojos del cuerverío, intranquilizan al más templado.

Si uno se deja llevar por lo que oye y lo que lee mejor que se vaya a la playa y desconecte hasta dentro de un mes más o menos.

Que si se va el Puma Fernández, que Lavezzi y Botti están vendidos, que hay ofertas tentadoras por Silvera, por Orión, que no se arregla la continuidad de Tula, Hirsig y Méndez, si bien este último dice tener contrato hasta el 2008; toda esa catarata de rumores incomoda e intranquiliza al común de los hinchas.

A todo esto, y como habitualmente, nadie con palabra autorizada sale a calmar a los aficionados, las llamadas angustiadas que reciben los programas son cada día más numerosas y alarmantes. No pedimos que nos relaten el minuto a minuto de las negociaciones pero como en las cuestiones de estado, el pueblo (los socios e hinchas) necesitamos de una voz autorizada que salga a tranquilizar las aguas. Si hasta en nuestro blog, que no pasa de ser un modesto medio de comunicación de nuestra presencia en el sanlorencismo mundial, la afición se acerca a dejar mensajes preocupados y con un pozo de angustia.

La experiencia indica que en estos tiempos de receso el equipo campeón recibe ofertas, tanteos y preguntas de curiosos y, especialmente, intoxicaciones interesadas que solo persiguen aumentar los ingresos de los componentes del equipo y en ellas no son ajenos periodistas inescrupulosos y representantes con urgencias en sus cuentas corrientes y con horizontes cortos.

Si a ello agregamos que el Sr. Savino parece dispuesto a intentar un nuevo mandato, reforzado por el título, los apoyos internos y de la maquinaria mediática (¿y económica?) encabezada por los empresarios Tinelli y Abdo más el apoyo a su continuidad que deslizó el técnico Ramón Díaz es razonable pensar que el equipo no va a ser desguazado de forma irreparable. La advertencia de Díaz de que asume un par de transferencias pero que al tiempo hay que reforzar para intentar el despegue sugiere, asimismo, una advertencia: “Si me deshacen el equipo me voy”

¿Alguien puede imaginar a Savino presentándose a unas elecciones sin la base del equipo campeón y sin el entrenador / milagro? San Lorenzo es distinto a todo pero cuesta trabajo, francamente.

Suponemos que la experiencia del sunami vivida cuando llegaron al poder con la presidencia de Guil le servirá para no cometer errores semejantes.

Otra cuestión es la que se ha filtrado en las últimas horas en la que se menciona cierto malestar del Sr. Abdo con la dirigencia, al tiempo que el representante Leo Rodríguez estaría presionando para llevarse a Fernández a México y este hecho habría enturbiado la relación entre los propietarios del pase (San Lorenzo solo tendría un escaso 37% al margen de los derechos federativos) lo que podría generar encontronazos que esperemos no afecten a la institución.
Ojalá que San Lorenzo pueda manejarse algún día con recursos propios, con la autonomía de los ingresos de su masa social y con los ingresos genuinos que sea capaz de generar por diversos conceptos que cada día habrá que ir renovando y no dependa de la llegada de salvadores providenciales por mucha que sea su buena intención y por desprendido que sea el mecenas. Ese mecanismo no tiene continuidad en el tiempo y sobran ejemplos de grandes fracasos en intentos de ese tipo.

Puede que cuando llegue el día de la independencia económica se acabe con estas especulaciones que tanto daño hacen al sanlorencismo.

Osvaldo Álvarez