
El primer mensaje decía más o menos: “0 – 0 terminó primer tiempo. No lo estamos pasando bien".
Luego llegó uno que no coincidía con horarios predeterminados por el reglamento lo que llevó al mirón a contener su respiración, más aún dadas las habituales torpezas para el manejo de tecnología avanzada como la que supone un “telefonino”, al decir de los italianos con los que hablé. Decía: “GOOOOLLLLLLLLLL Fernández 1-0".
Pretender dormirse pese a la hora y el cansancio acumulado en una jornada agotadora era una broma. Solo había que procurar que la Cuerva consorte no pagara una vez más el precio de trasnochadas por culpa de San Lorenzo y los husos horarios siempre inoportunos (¿Deberíamos los Cuervos del mundo organizar una campaña internacional contra los husos horario?). Solo cabía esperar entre miedos y esperanzas cual era el resultado final.

Cuando ya estaba a punto de despertar a July para que me arreglara esa maquina diabólica y me confirmara si lo que yo leía era un mensaje o era algo propio de la pantalla del “telefonino”, en un rapto de habilidad logro abrir lo que era el mensaje verdadero y original de Damián que venía a resumir la victoria a domicilio y el claro robo de un gol por parte de arbitro y de juez de línea para terminar con un rotundo: ¡Seguimos 1º, Aguante Ciclón carajo!
La sensación de alivio fue indescriptible, lo de dormir ya fue otro asunto pero eso es más conocido, especialmente por los que me van a acompañar en la manifestación contra los husos horarios.
Y el domingo parece que va a haber reunión para hacer el aguante contra los rojos de villa neda.
Osvaldo Álvarez
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