Lamentablemente el Centenario ya está aquí. Digo lamentablemente porque, a mi modo de ver, no se ha aprovechado el impulso que una fecha como estas puede propiciar. No hago críticas a nadie porque también se me podría preguntar a mi ¿Y vos que hiciste?
Sin embargo, unos fichajes de relumbrón, la inminencia del debut por el campeonato, la siempre esquiva Libertadores parecerían que, en la últimas horas, están despertando el interés del Cuervo siempre ansioso. Se dice que hay demandas de abonos, gente que por fin, está entendiendo que hay que hacerse socio y ese rumor que toma cada vez más volumen en tertulias, foros y charlas de amigos sanlorencistas nos están marcando que vivimos momentos previos a grandes acontecimientos.
Sin embargo y sin que se me tome como piedra quiero advertir que luego del 1º de abril continúa el año Centenario, que la vida sigue, que San Lorenzo afronta ya un nuevo siglo y que no hay que bajar la guardia institucionalmente.
Uno ha tenido ocasión de vivir acontecimientos únicos muy marcados en la vida; campeonatos mundiales, olimpiadas, Exposiciones Universales. Las depresiones que les sobreviven suelen ser tan marcadas como los momentos previos que los anteceden y es eso lo que pretendo advertir.
Hay que tener planes para el día después, planes para el 2 de abril y planes para el 1º de enero de 2009. San Lorenzo no debe detener su crecimiento y su pulso porque lo diga el calendario.
Es evidente que el mando de las operaciones debe estar en la conducción del club con su presidente a la cabeza pero no por ello los demás debemos cruzarnos de brazos y convertirnos en meros espectadores. Cada uno desde su puesto por insignificante que sea puede hacer por la grandeza del club. Fundando peñas, haciendo socios, haciendo sanlorencismo en cada acto de nuestras vidas.
Ya saben lo que pienso: no todos los equipos que tienen muchos socios son grandes pero no conozco a ninguno realmente grande que no tenga socios (o tenga pocos). Hay que asociar, hay que afiliar, hay que colaborar mensualmente con el club. Solo desde el compromiso de muchos podremos aspirar a la grandeza.
Te la sigo cualquier día, Cuervo.
Sin embargo, unos fichajes de relumbrón, la inminencia del debut por el campeonato, la siempre esquiva Libertadores parecerían que, en la últimas horas, están despertando el interés del Cuervo siempre ansioso. Se dice que hay demandas de abonos, gente que por fin, está entendiendo que hay que hacerse socio y ese rumor que toma cada vez más volumen en tertulias, foros y charlas de amigos sanlorencistas nos están marcando que vivimos momentos previos a grandes acontecimientos.
Sin embargo y sin que se me tome como piedra quiero advertir que luego del 1º de abril continúa el año Centenario, que la vida sigue, que San Lorenzo afronta ya un nuevo siglo y que no hay que bajar la guardia institucionalmente.
Uno ha tenido ocasión de vivir acontecimientos únicos muy marcados en la vida; campeonatos mundiales, olimpiadas, Exposiciones Universales. Las depresiones que les sobreviven suelen ser tan marcadas como los momentos previos que los anteceden y es eso lo que pretendo advertir.
Hay que tener planes para el día después, planes para el 2 de abril y planes para el 1º de enero de 2009. San Lorenzo no debe detener su crecimiento y su pulso porque lo diga el calendario.
Es evidente que el mando de las operaciones debe estar en la conducción del club con su presidente a la cabeza pero no por ello los demás debemos cruzarnos de brazos y convertirnos en meros espectadores. Cada uno desde su puesto por insignificante que sea puede hacer por la grandeza del club. Fundando peñas, haciendo socios, haciendo sanlorencismo en cada acto de nuestras vidas.
Ya saben lo que pienso: no todos los equipos que tienen muchos socios son grandes pero no conozco a ninguno realmente grande que no tenga socios (o tenga pocos). Hay que asociar, hay que afiliar, hay que colaborar mensualmente con el club. Solo desde el compromiso de muchos podremos aspirar a la grandeza.
Te la sigo cualquier día, Cuervo.
Osvaldo Álvarez
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