Hace
más de 70 años de su debut en el Gasómetro y sin embargo hasta los
más jóvenes oyeron
hablar
de aquella hazaña. En Oviedo he podido comprobar cómo se le
recordaba hace unos años
pero
estoy convencido que su leyenda se agranda y pervive como en ningún
otro lugar en aquella
Tierra
Santa a la que los Cuervos soñamos (y luchamos) con volver. Nadie
que no conozca esas casi
cuatro
manzanas puede comprender como se agranda la figura de este hombre
que apenas estuvo
cuatro
años en Boedo más un breve y frustrado paso como técnico, creo que
por el 55. Aún hoy y
después
de décadas, jovencitos veinteañeros con estirpe sanlorencista saben
de su leyenda y hasta
relatan
como fue su debut frente a River. Alguien contó que se fue a México
por un amor, ahora
aparece
la novia nunca olvidada de Oviedo y su soltería hasta el final.
Sigue siendo aún hoy el jugador
con
mejor promedio goleador en San Lorenzo en relación a goles
convertidos y partidos jugados.
Tengo
para mi, que el bueno de Isidro habrá lamentado irse de Boedo, estoy
seguro que le hubiera
gustado
formar parte del Ciclón del 46 al que solo disfrutó dentro de la
cancha pero como rival. Vaya
el
homenaje de miles de sanlorencistas a la memoria de don Isidro
Lángara, gloria, leyenda, esencia,
SER,
del San Lorenzo inmortal. (O.A.)
Alfredo Relaño en AS cuenta sobre su regreso al Oviedo en el 46 y detalles poco conocidos de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario