Al paliativo que suponía el reemplazo de técnico en mayo del 2009, y por el que se pensó que un cambio de rumbo, estilo y tendencia era posible, se le contrapone ahora esta realidad dolorosa. Si bien al principio de la gestión del actual DT se empezó a correr más dentro de la cancha, volvieron a jugar como sabían algunos jugadores y empezamos a pensar que la cosa cambiaba, con el tiempo también sucedieron situaciones no deseadas, caprichos o pruebas (como cada uno lo vea) y el rendimiento del equipo volvió a caer a niveles bajísimos.
Hemos jugado contra dos equipos que pelean promoción (Ra-Sin y Rosario), con otro equipo que de terminar hoy el torneo tendría promedio para estar comprometido (carp) y con otro que la viene remando (Godoy). Nos ganaron todos; bien o mal, con más o menos justicia, pero nos ganaron y ni siquiera les hicimos un gol a los cuatro. ¿para qué puesto de la tabla está este equipo Santo?.
En contraposición con el anterior DT, esta vez salen a la cancha varios juveniles que de movida mostraron un hilo de esperanza. Como suele ocurrir en épocas de vacas flacas, en medio de la tormenta los juveniles suelen estar más expuestos a incinerarse que a resolver el tema. Sobre todo si no existe juego de equipo. A pesar de ello, promesas como Bordagaray y Meza parecen intentar hacer pié con más fortuna que otros.
Hace pocas fechas, luego de la tarde nefasta contra el pincha, salieron a la luz de la prensa supuestos encontronazos entre el plantel y el DT. Hoy son rotundamente negados por el DT quien asume públicamente su culpa y dice además “a los jugadores no se les puede negar su compromiso”.
Pero el equipo no termina de cuajar. No lo encuentran y no juega a nada, y allí está el principal problema de este momento.
Y cuesta creer que en el medio de estas circunstancias una medida para paliar la sequía goleadora sea la estrategia de salir a la cancha con camiseta negra. Pensar que nos reíamos del que tiraba talco al piso del vestuario.
Se viene un partido bisagra con un equipo chico que juega como equipo y con un DT que nos cae particularmente muy mal.
Lamentablemente lo enfrentaremos sin cuatro titulares, sobre el cual en un caso particular ya es agobiante la situación. Las constantes expulsiones del 6 Santo ya no se pueden entender ni aceptar. Podemos estar más o menos de acuerdo en que si esta vez fue exagerada o no, de si el juez le cobró antecedentes o no, pero la realidad inexorable de la repetitiva actitud de irse primero a los vestuarios no puede ser tolerada más. Hay jugadores que aprenden rápido y otros no, y la noche del 8M con lo que ella significaba, debió haberle servido para meditar un poco sobre cómo dejó al equipo y cómo dos años después lo sigue haciendo.
No sabemos cómo saldrá San Lorenzo a la cancha el sábado. Y no solo por las expulsiones sino porque no sabemos si el 7 jugará de 8; si el 9 con arranque desde atrás jugará de punta; si el punta irá al banco; si el 10 jugará de 11; si el 5 jugará de 8; si jugaremos con dos 5; o si el 3 pasa de 6 para que el falso 11 juegue de 3. Pero la gran duda es una: ¿a qué jugamos?
Podríamos agregar otras dudas, como por ejemplo por qué vinieron algunos jugadores, o por qué a un jugador se lo sentencia por una pelota y a otros no.
Tal vez si pudiéramos jugar como equipo y a algo concreto podríamos evitar repetir a esas situaciones que nos retumban la cabeza, como ser los 500 minutos sin un gol, o los cinco partidos perdidos sobre 9, o no poder saber cómo forma (ya ni digo juega) nuestro equipo.
Pero reconozcamos además que esta situación no es nueva. No todo es culpa del 2010. Si dividimos los puestos de un campeonato en tres bloques:
1-Podio
2-Hasta el primer tercio
3-Segundo y tercer tercio de clasificación
Los últimos años del Ciclón en los torneos de la AFA (desde el clausura 2002 hasta como estamos hoy en día) nos deja este gráfico.
Es decir: el 59% de los torneos jugados en ese período los finalizamos dentro de los dos últimos tercios de la clasificación. Demasiado poco para la historia del club y lo que deseamos de futuro.
Aguante Ciclón!!!
Segola
Hemos jugado contra dos equipos que pelean promoción (Ra-Sin y Rosario), con otro equipo que de terminar hoy el torneo tendría promedio para estar comprometido (carp) y con otro que la viene remando (Godoy). Nos ganaron todos; bien o mal, con más o menos justicia, pero nos ganaron y ni siquiera les hicimos un gol a los cuatro. ¿para qué puesto de la tabla está este equipo Santo?.
En contraposición con el anterior DT, esta vez salen a la cancha varios juveniles que de movida mostraron un hilo de esperanza. Como suele ocurrir en épocas de vacas flacas, en medio de la tormenta los juveniles suelen estar más expuestos a incinerarse que a resolver el tema. Sobre todo si no existe juego de equipo. A pesar de ello, promesas como Bordagaray y Meza parecen intentar hacer pié con más fortuna que otros.
Hace pocas fechas, luego de la tarde nefasta contra el pincha, salieron a la luz de la prensa supuestos encontronazos entre el plantel y el DT. Hoy son rotundamente negados por el DT quien asume públicamente su culpa y dice además “a los jugadores no se les puede negar su compromiso”.
Pero el equipo no termina de cuajar. No lo encuentran y no juega a nada, y allí está el principal problema de este momento.
Y cuesta creer que en el medio de estas circunstancias una medida para paliar la sequía goleadora sea la estrategia de salir a la cancha con camiseta negra. Pensar que nos reíamos del que tiraba talco al piso del vestuario.
Se viene un partido bisagra con un equipo chico que juega como equipo y con un DT que nos cae particularmente muy mal.
Lamentablemente lo enfrentaremos sin cuatro titulares, sobre el cual en un caso particular ya es agobiante la situación. Las constantes expulsiones del 6 Santo ya no se pueden entender ni aceptar. Podemos estar más o menos de acuerdo en que si esta vez fue exagerada o no, de si el juez le cobró antecedentes o no, pero la realidad inexorable de la repetitiva actitud de irse primero a los vestuarios no puede ser tolerada más. Hay jugadores que aprenden rápido y otros no, y la noche del 8M con lo que ella significaba, debió haberle servido para meditar un poco sobre cómo dejó al equipo y cómo dos años después lo sigue haciendo.
No sabemos cómo saldrá San Lorenzo a la cancha el sábado. Y no solo por las expulsiones sino porque no sabemos si el 7 jugará de 8; si el 9 con arranque desde atrás jugará de punta; si el punta irá al banco; si el 10 jugará de 11; si el 5 jugará de 8; si jugaremos con dos 5; o si el 3 pasa de 6 para que el falso 11 juegue de 3. Pero la gran duda es una: ¿a qué jugamos?
Podríamos agregar otras dudas, como por ejemplo por qué vinieron algunos jugadores, o por qué a un jugador se lo sentencia por una pelota y a otros no.
Tal vez si pudiéramos jugar como equipo y a algo concreto podríamos evitar repetir a esas situaciones que nos retumban la cabeza, como ser los 500 minutos sin un gol, o los cinco partidos perdidos sobre 9, o no poder saber cómo forma (ya ni digo juega) nuestro equipo.
Pero reconozcamos además que esta situación no es nueva. No todo es culpa del 2010. Si dividimos los puestos de un campeonato en tres bloques:
1-Podio
2-Hasta el primer tercio
3-Segundo y tercer tercio de clasificación
Los últimos años del Ciclón en los torneos de la AFA (desde el clausura 2002 hasta como estamos hoy en día) nos deja este gráfico.
Es decir: el 59% de los torneos jugados en ese período los finalizamos dentro de los dos últimos tercios de la clasificación. Demasiado poco para la historia del club y lo que deseamos de futuro.
Aguante Ciclón!!!
Segola
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