¡¡Marchando otra de gallina!! (en el recuerdo a Miguel Ángel Ruiz)

¿Se hará costumbre? ¿Comenzaremos a dar vuelta esta historia de maleficio que nos persigue desde el 76 aproximadamente?

Quienes ya tenemos una buena cantidad de abriles en el lomo sufrimos muy especialmente este maleficio que nos acecha cada vez que jugamos con el equipo de la banda. Uno que los vio venir a defenderse en el Gasómetro, uno que asistió a triunfos continuados, reiterados y hasta normales en su estadio antes de que fuera terminado con el presupuesto público (casi al mismo tiempo en que a nosotros un intendente de facto nos perseguía hasta dejarnos sin casa) no puede explicarse esta paternidad adquirida en las décadas de los 80s y 90s. especialmente ¿Servirá de antivirus la vacuna aplicada en la noche del 8 de mayo último? Ojalá que nuestro Ciclón se haya podido sacudir para siempre esa maldición que nos viene persiguiendo como si de una noche interminable se tratase. Se acabaron otras largas noches y es de esperar que también se acabe con esta de una paternidad nunca deseada y jamás admitida por el cuerverío todo.

Se han ido (?) dos jugadores de mucho sueldo y no gran resultado. Regresa el Pitu Barrientos al que esperamos que el frío moscovita le haya serenado los impulsos y sea capaz de desarrollar todo ese talento que alguna vez mostró. Tenemos un arquero que se tira bien y hasta ataja algún penal, un técnico poco dado al humo y una hinchada seguidora y fiel. La actualidad financiera es otro asunto pero los Cuervos “todavía creemos, todavía cantamos”.

Y por cierto, hablando de “bandas” y si me permite el juego de palabras, desde La Banda un buen día llegó un campeón al club. Me refiero a Miguel Ángel Ruiz, santiagueño de ley, jugador de club como pocos, buen compañero, buena persona. Hoy hay una peña santiagueña que lleva su nombre y desde Madrid los animamos y les enviamos todo nuestro afecto, el mismo que guarda por Miguel Ángel quien firma esta líneas. Son recuerdo que vienen de pibe.

Osvaldo Álvarez