Creo que queda clara esta proclamación de principios: el profesionalismo vino en auxilio de las clases menos favorecidas porque si no, aún hoy, serían los barones y patricios quienes podrían alcanzar los podios triunfales. Hasta el polo, deporte elitista si los hay, se ha tenido que acoger a esta modalidad rentada.
Una vez dejado claro que no abomino del profesionalismo sí quisiera hacer unas consideraciones a dos hechos que me tocó presenciar en la noche del sábado.
En la previa del partido aparece en pantalla el recientemente adquirido Placente. No había estrenado oficialmente la camiseta azulgrana cuando ya nos recordó a los espectad

La segunda miseria que el sufrido Cuervo hubo de soportar es la de cierto jugador formado y lanzado a la fama en nuestras divisiones inferiores que, posteriormente a una afortunada carambola que le permitió festejar un gol a él y a su equipo festejo obscenamente, al parecer, mirando a la parcialidad azulgrana. Parece que a este también le falló el chip de la profesionalidad y se le disparó el del mercenarismo, palabra que no existe en el diccionario pero que habrá que ir proponiendo a las academias en virtud de las miserias que los aficionados debemos soportar una tarde sí y otra también.
¿Habrá alguna vez un mentor o un sindicato que impulse un código ético entre la profesión fobalera? Esperemos que no tarde mucho en llegar, los mencionados ¿profesionales? no son precisamente unos jovencitos inexpertos a quienes un periodista los puede inducir malignamente al error. Sabían perfectamente lo que hacían y decían.
Osvaldo Álvarez.
1 comentario:
Coincido totalmente Osvaldo.Estuve con varios del plantel, antes del partido del sábado y los jugados estaban cero motivación, ajenos a la expectativa del hincha y me dejó incertidumbre y pens.
Abrazos, cuidate y besos cuervos para ti y toda la Peña
Raquel L Teppich
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