Apostillas en Getafe

Apostillas en Getafe

Durante la noche del sábado pasado, además del triunfo ante el tripero, se dieron otras cosas para dejar asentadas en el libro de la peña.

- Impresionantes las pizzas de los suegros de Martín. Por un momento parecía que estábamos en Las Cuartetas y no en la calle Plaza del Arpa.
- Damián se quedó en su casa bajo la promesa de que no iría a Getafe luego de que en su primera visita por el sur de Madrid, nos tocara perder en La Plata. Dicen los testigos de aquel duelo que juró “este campeonato no vuelvo a Getafe ni borracho”.
En el entretiempo nos comunicamos con él para comentar el partido y pudimos comprobar los que hablamos con él (todos) que había cumplido las dos partes de su promesa. Gracias a Dios, este gran tipo que es Damián, está más relajado luego de su penitencia futbolera con triunfo incorporado. Tranquilo, hombre, vístase de rojo y venga a Getafe tranquilo.
- Martín no paraba de temblar cuando la pelota iba para el lado de Méndez. Creo que luego del semestre pasado a Martín se le bajó su confianza y a pesar de las actuaciones del gallego no le tiene fe. Hay gente maldita que dice que es envidia porque Méndez tiene más pelo que él, pero eso nunca lo sabremos.
- El Colo estaba perdido. Parecía ausente mirando fijamente al frente. Por un momento pensé que se dormía y le pregunté algo trivial, como para saber si estaba bien y me respondió descolgado que él “prefería el negro”. Pensé que recordaba a Silas, a Sosa, a Quinteros o a otro, y él seguía ensimismado. En el entretiempo lo supimos: estaba pendiente del cartel de helados y el de chocolate lo tenía nublado, así que pidió uno como un chiquilín ni bien sonó el pitazo de los primeros 45. Poco después se enteró que íbamos 1 a 0.
- Jorge no podía concentrarse por los ucranianos. El más grande parecía que tenía razón, al menos por la pasión con la que hablaba, y el otro sólo asentía. El aplauso de despedida cuando se fueron del local, lo que nos permitía escuchar el partido, fue ensordecedor en Getafe. Habrán sido espías de Abramovich viendo a Lavezzi???
- Por mi parte pude comprobar que la gaseosa cumple el mismo efecto que la champaña cuando se celebra un gol. Eso sí. Todavía no sé cómo disculparme con la esposa de Jorge que se llevó el pantalón todo empapado…….
- Se extrañaron a los otros ausentes. Pablo con su casorio, y Osvaldo que sabíamos que estaba en el Gasómetro. Debo reconocer que cada paneo de la cámara sobre la tribuna o la platea, buscábamos el hueco donde encontrarlo, pero no fue así. Nos volveremos a juntar todos en breve con los regresos de los viajeros.

Bueno, ahora la próxima no tenemos televisado, deberemos seguirlo por Internet.
Nos quedan 9 escalones, con un lesionado para un mes, uno con 10 amarillas, otros tres con 9, con tobillos golpeados en Rivero, y parece que la Gata con molestias, pero lo peor de todo: con la remera del Pelado en el freezer hasta nuevo aviso.

Aguante Ciclón, queda menos, no aflojemos ahora!!!!

Segola


Aguante Ciclón, la fe sigue intacta.

Segola