Contrariamente a lo que dice Julián Centeya en su inmortal “Boedo” (“Yo no vengo a hacerme la partida, digo nomás que soy de Boedo”) Viggo sí viene a hacerse la partida, dice a quien lo quiera entender que es de Boedo pero especialmente está gritando al mundo que es de Boedo y de San Lorenzo.
Hoy, seguramente, se podrá ver esta foto tomada ayer en San Sebastián con motivo de su participación en el famoso festival de cine de la hermosa ciudad vasca en diarios y publicaciones de todo el mundo.
Ya tengo los dedos gastados y me duele la boca de decir que San Lorenzo esta dilapidando la más importante imagen mundial con la que podría contar. Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Milan, Juventus o Bayer Munich pagarían fortunas por esa foto, darían parte de su patrimonio, nosotros, los sanlorencistas seguimos durmiendo y dilapidando este patrimonio cultural mundial que este buen Cuervo nos regala sin pedir nada a cambio.
El solo hecho de contar con su autorización permitiría que la firma que fabrica nuestra indumentaria (y si no cualquier multinacional del sector) inundara Argentina y América, Europa y Oriente de indumentaria de nuestro Club ¿Alguien va a hacer algo alguna vez respecto a este asunto?
No estoy hablando de negocio puro y duro, me resulta antipático hablar de comerciar con cosas que están integradas en sentimientos profundos y colectivos como puede ser una equipación deportiva, me limito a sugerir que la empresa fabricante regalara a miles, quizá millones de chicos una prenda igual y si no se pudiera regalar que se la pusiera a un precio que estuviera al alcance de todas las clases sociales del mundo entero. La publicidad de la marca estaría largamente compensada con la imagen de la estrella mundial y nuestros colores, escudo e historia (se entregaría un escrito explicando el porque de la pasión de Viggo y una introducción a la historia centenaria del Ciclón remitiendo a páginas webs y todo tipo de información) estarían en miles y miles de casas, calles, parques, de miles de pueblos y ciudades de todas las latitudes.
Desconozco todo sobre el marketing y la publicidad, diré más, hasta me molesta el permanente bombardeo del que somos víctimas los ciudadanos en la actualidad pero aquí se estaría difundiendo un sentimiento, una pasión, una historia centenaria y en definitiva, y esta es la parte egoísta del programa, se estaría ayudando a hacer más conocido, grande y universal a San Lorenzo de Almagro.
Para quien se quiera enterar: Julián Centeya dijo: “Yo no vengo a hacerme la partida, digo nomás que soy de Boedo”, Viggo Mortensen copa la parada y dice que sí, que vino a hacerse la partida, que es de Boedo y del Ciclón
Osvaldo Álvarez
Hoy, seguramente, se podrá ver esta foto tomada ayer en San Sebastián con motivo de su participación en el famoso festival de cine de la hermosa ciudad vasca en diarios y publicaciones de todo el mundo.
Ya tengo los dedos gastados y me duele la boca de decir que San Lorenzo esta dilapidando la más importante imagen mundial con la que podría contar. Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Milan, Juventus o Bayer Munich pagarían fortunas por esa foto, darían parte de su patrimonio, nosotros, los sanlorencistas seguimos durmiendo y dilapidando este patrimonio cultural mundial que este buen Cuervo nos regala sin pedir nada a cambio.
El solo hecho de contar con su autorización permitiría que la firma que fabrica nuestra indumentaria (y si no cualquier multinacional del sector) inundara Argentina y América, Europa y Oriente de indumentaria de nuestro Club ¿Alguien va a hacer algo alguna vez respecto a este asunto?
No estoy hablando de negocio puro y duro, me resulta antipático hablar de comerciar con cosas que están integradas en sentimientos profundos y colectivos como puede ser una equipación deportiva, me limito a sugerir que la empresa fabricante regalara a miles, quizá millones de chicos una prenda igual y si no se pudiera regalar que se la pusiera a un precio que estuviera al alcance de todas las clases sociales del mundo entero. La publicidad de la marca estaría largamente compensada con la imagen de la estrella mundial y nuestros colores, escudo e historia (se entregaría un escrito explicando el porque de la pasión de Viggo y una introducción a la historia centenaria del Ciclón remitiendo a páginas webs y todo tipo de información) estarían en miles y miles de casas, calles, parques, de miles de pueblos y ciudades de todas las latitudes.
Desconozco todo sobre el marketing y la publicidad, diré más, hasta me molesta el permanente bombardeo del que somos víctimas los ciudadanos en la actualidad pero aquí se estaría difundiendo un sentimiento, una pasión, una historia centenaria y en definitiva, y esta es la parte egoísta del programa, se estaría ayudando a hacer más conocido, grande y universal a San Lorenzo de Almagro.
Para quien se quiera enterar: Julián Centeya dijo: “Yo no vengo a hacerme la partida, digo nomás que soy de Boedo”, Viggo Mortensen copa la parada y dice que sí, que vino a hacerse la partida, que es de Boedo y del Ciclón
Osvaldo Álvarez
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